La intención de los poderosos siempre ha sido y siempre será someter la población bajo su dominio, su voluntad y lo que planeen para los individuos sometidos. Esto hace parte de la naturaleza de la élite gobernante. Una de las principales armas que estos poderosos siempre han utilizado y, gracias a las redes sociales, utilizan cada vez más, es la DESINFORMACIÓN.
Contrariando lo que muchos puedan pensar, la DESINFORMACIÓN no es solo información falsa o inocentemente erronea. La DESINFORMACIÓN es una estrategia política, cultural y educativa que tiene un objetivo concreto. Este objetivo puede ir desde manipular una multitud de ciudadanos para que acepte una determinada medida política, que normalmente va en contra del interés de los individuos sometidos, hasta aceptar como líder a una persona al servicio de las elites.
Dos puntos son fundamentales para que la DESINFORMACIÓN tenga éxito y logre el objetivo deseado:
Los más informados son conscientes de que dos grandes fondos, que pertenecen en su mayoría a la misma élite, tienen la mayor participación en los principales conglomerados de médios de información e incluso en las agencias de verificación de datos del mundo, un hecho que es poco probable que se cambie.
Lo que nos queda por combatir es el camuflaje de la DESINFORMACIÓN, mostrando los hechos reales y enseñando a percibir cómo y por qué las NARRATIVAS son cuidadosamente pensadas e implantadas. La única arma que nos queda es enseñarle al público a identificar la DESINFORMACIÓN.
Pero luchar contra la desinformación no es una tarea fácil, ya que los desinformadores tienen una inmensa estructura a su disposición y técnicas para desacreditar a cualquiera que se interponga en su camino.
El principal ataque de los desinformadores es contra la verdad y los hechos, etiquetándolos como TEORÍAS DE LA CONSPIRACION, mientras que las personas que insisten en enseñar las verdades son etiquetadas con adjetivos como DESINFORMADORES, CONSPIRACIONISTAS, NEGACIONISTAS, FASCISTAS, TERRAPLANISTAS, entre otros.
Pero contener la verdad y los hechos es como contener un curso de agua, si encuentra um espacio, por pequeño que sea, el agua pasará y llegará a la gente en algún momento.
Cuando vemos tantas «teorías de conspiración» haciéndose realidad, nos damos cuenta de que vivimos una época de mucha desinformación.